Capítulo 49
—No puedo darle información sobre la paciente. Solo a familiares —dijo la mujer, luego de tragar saliva y fingir que la presencia de ese tipo no le erizaba, desagradablemente, los vellos del antebrazo.

—Mi petición no fue opcional. Cumple tu función o haré que te echen y no vuelvas a encontrar trabajo, ni siquiera como limpiadora de baños —Axel empuñó las manos. Su corazón latía con tanta fuerza, por la preocupación y por la ira.

—Señor, no puedo saltarme órdenes directas de la institución… —La chica había perdido la paciencia, pero tampoco era lo suficientemente temeraria para enfrentarse con un tipo como ese.

Él apretó la mandíbula.

—Te lo advertí, pequeña idiota —masculló, y sacó el móvil del bolsillo de su pantalón.

No tardó ni diez minutos en presentarse uno de los encargados.

La mente de Axel era a veces una cascada de recuerdos, y otras, un río seco.

Lo primero que hicieron fue darle información muy breve sobre el accidente. Lo intenso y desalentador llegó al hablarle de
Svaqq16

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