ADELAIDA:
El suave toque de la puerta me hace abrir los ojos y me incorporo de inmediato.
—¿Quién?
—Soy yo señorita.
Escucho la voz de Lili y me levanto de inmediato y me dirijo a la puerta para abrirla.
—¡Lili!
Menciono su nombre emocionada mientras la estrecho entre mis brazos.
Me separo de ella por unos instantes y la miro de arriba abajo buscando algún indicio de que no esté herida.
—¿Estás bien? ¿No estás herida?
Le pregunto y ella niega con media sonrisa.
—Estoy bien señorita ¿Y usted? ¿Se siente bien?
Asiento mientras abro paso para que entre a la habitación.
—Aqui le traje algunos aperitivos que ordenó el alfa.
—El alfa… Mmm ¿Dónde está él?
Pregunto y ella se encoge de hombros.
—No lo sé, lo lamento señorita.
Dice y le resto importancia.
—Da igual… Ven toma asiento ¿Cómo te han tratado?
Le pregunto mientras comienzo a comer y observo como le brillan los ojos.
—Me han tratado muy bien, la verdad es que me he llevado muy bien con todos… Son muy amables.
Habla con una sonrisa y a