Giovanni retrocedió despacio hasta quedar cerca de la entrada del invernadero y soltó de pronto:
—¿Qué tienes bajo los pies?
Clarissa bajó la mirada sin pensar, y justo ahí, él levantó su teléfono y le tomó una foto sin avisar.
La imagen captó el momento exacto en que ella miraba las rosas que la rodeaban. La luz cálida, el mar de flores, y su silueta en medio… parecía una pintura.
Sin perder tiempo, Giovanni entró a la cuenta de Clarissa y publicó una historia en Instagram:
“Gracias San Valentín. Gracias por esta sorpresa.”
Puso justo debajo la foto que acababa de tomar.
Clarissa, al acercarse, vio cómo subía la imagen. No dijo nada.
Él, con su tono neutral de siempre, le devolvió el celular y comentó como si nada:
—Escuché que muchas mujeres publican este tipo de cosas. Más en fechas como hoy… todas llenan las redes.
Clarissa se quedó viéndolo. ¿O sea que ahora él quería que lo vieran como su pareja?
—Vamos —dijo Giovanni, tomándole la mano con tranquilidad.
Clarissa sintió un hormig