Justo cuando los papás de Giovanni empezaron a hablar de su relación con Clarissa, los abuelos de Giovanni los escuchaban con calma, como si ya lo supieran todo.
—¿Papá, mamá...? ¿Esa es su reacción? —preguntó Silvia, desconcertada.
—¡Es Clarissa, la exesposa de Cristian! ¡Gio no debería estar con una divorciada! ¿Qué va a pensar la gente de la familia Santoro? —exclamó, molesta.
—¡Con todas las mujeres que en el mundo, justo tenía que elegir a esa! —añadió Silvia, al borde de perder el control.
La abuela de Giovanni no estaba dispuesta a escuchar más.
—¿Y qué tiene Clarissa? ¿Es porque se divorció? Tu padre y yo la conocimos hace tiempo. Es una mujer preciosa y amable. ¿Por qué no iba a estar con Giovanni? ¿Acaso equivocarse una vez significa que no merece una segunda oportunidad?
Con esas palabras, Derek y Silvia entendieron de inmediato: Giovanni ya le había presentado a Clarissa a sus abuelos, e incluso les caía bien.
Silvia no podía evitar pensarlo: “Claro… no lo críe… Por eso no