—Clarissa, si te queda algo de conciencia, entra ya a tu cuenta y aclara que esto no tiene nada que ver con Giulia. ¡Di que fue Giselle, de la empresa Valero, la que te contactó y te difamó! Si tú lo dices, esa bola de imbéciles te cree seguro.
Que él hubiera venido con esa urgencia solo para defender a Giulia... Clarissa no lo podía creer. Le parecía absurdo, hasta patético.
Dio un paso atrás, mirándolo con asco.
—¿Y por qué no vas tú y hablas con Giselle? Le das un dinerito y listo, que cambie la versión.
La forma en que lo dijo fue tan cortante que Luca se enojó. Pero aún así, lo pensó.
Giselle estaba fuera de Inversiones Globo Valero, sin futuro y seguramente sin un peso. Con la oferta correcta, podía decir lo que hiciera falta para salvarle el pellejo a Giulia.
Arriba, Tatiana miraba todo desde la ventana. Abrió el cristal, sacó su teléfono y tomó varias fotos de los dos hablando.
Y mientras más los miraba, más se le congelaba la expresión.
Cuando vio que Clarissa se alejaba y no