—Señor Santoro, si tiene algo que decir, dígalo de frente —habló Tatiana, sin ganas ya de pelear. Aunque al principio se había imaginado seduciéndolo, ahora entendía que se había pasado muchísimo.
—¿Quién te pasó el plano? —preguntó Giovanni con una mirada de pocos amigos.
Tatiana se agarró el cabello. Esa pregunta solo podía significar una cosa: Giovanni estaba decidido a limpiar el nombre de Clarissa.
Qué suerte tenía esa mujer…
Pero no tenía salida. Si se quedaba callada, Inversiones Globo Valero se iba al pozo.
***
Apenas puso un pie fuera de las oficinas del Grupo Santoro, Clarissa se cruzó con Giulia, que la estaba esperando. Al verla, levantó la cabeza, con una sonrisa llena de burla:
—¿Escuché que robaste los planos de Inversiones Globo Valero? Clarissa, por favor… si no llegas a tiempo con tus diseños, ¿tenías que ponerte a robar? Qué sinvergüenza.
Giselle no había soltado el nombre de quien le entregó el plano, así que no había pruebas. Pero la forma en que Giulia se comporta