—Este negocio es muy importante para mí, pero no hasta el punto de que me voy a meter con Giovanni solo por este contrato. ¿Eso es lo que querías decir? Además, Giovanni no es de esas personas que mezclan el negocio con lo personal de esa forma. Si alguien pudiera conseguir el contrato solo por estar con él, no habría competencia en este negocio. No necesito usar el trabajo para recibir favores, ya hay suficientes mujeres queriendo estar con él. No necesito ser una más —dijo Clarissa con firmeza.
— Si hubieras prestado atención anoche, habrías visto que Anthony también estaba en la puerta. Giovanni no se habría comportado como lo hizo si hubiera estado con un empleado —continuó Clarissa, con mirada seria.
— Yo solo estoy aquí para participar en la reunión del Grupo Santoro y en el proyecto de San León —añadió Clarissa, con un tono despectivo.
— Esto no es algo personal, en serio. Giovanni me dio la oportunidad de competir, pero nunca me eligió.
Tatiana sonrió, incómoda y arrepentida. R