Charlotte sabía que si quería que Maximiliano aceptará unir fuerzas con ella, para separar a Ethan y a Madison, tenía que hacerlo sentir como la víctima.
—Quiero que sepas que estoy dispuesta a ayudarte con lo que pasó entre tú, Ethan y Madison. Ellos te hicieron perder mucho, te humillaron, y me parece que es hora de que les paguen por lo que hicieron.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Maximiliano respondiera, con una ligera duda en su voz.
—¿Ayudarme? —preguntó, visiblemente confundido—. ¿Por qué querrías hacer eso? Después de todo, tú estás con Ethan, ¿no?
Charlotte sonrió con algo de malicia.
—Eso no te incumbe, es que Ethan y Madison no te trataron bien. Te hicieron renunciar sin ningún remordimiento, como si no valieras nada. Yo también quiero vengarme de Madison y creo que es hora de cambiar las reglas del juego.
El tono de Maximiliano se tornó más intrigado.
—¿Y qué propones exactamente? —preguntó, interesado, pero aún escéptico.
Charlotte respiró ho