Emma:
~~~~~~~~~~~~~~~Aún seguía en el regazo de Axel, su miraba era intensa, y Vi como apretaba su mandíbula, yo estaba nerviosa y a la vez ansiosa porque los tres me tocaran.
Me relamí los labios y lo besé, quería sentirlo en mis labios, su lengua entró a mi boca con facilidad, yo gemí en sus labios.
Sentí como se levantó de la silla alzándome fácilmente en sus brazos y se separó de mis labios, luego me bajó y me di cuenta que estábamos adentro del departamento, los tres me rodearon y me sentí pequeña ante su presencia.
—¿De verdad deseas que te follemos los tres? —preguntó Carlo con voz ronca.
—Si —suspiré.
Mikael se acercó más a y mi paso su pulgar por mis labios.
—Tendrás lo que quieres mi amor —sonrió.
Los tres se quitaron sus camisas frente a mis ojos, dejando sus torsos bien marcados y firmes, los tres tenían la piel tatuada y eso me excitaba aún más, los brazos enormes de cada uno eso era una deliciosa fantasía. Luego se sacaron los cinturones y después los zapatos.
Sentí a Mikael detrás de mi y colocó algo en mis ojos dejándome en la oscuridad, sentí sus dedos acariciar mis brazos, toda mi piel se erizó bajo su toque.
Ahora mismo no sabía quién me tocaba, lo que si sabía es que sentí unos labios sobre los míos, los lamía y mordía cómo le daba la gana, después sentí otros labios en mi cuello y estos bajaban a mis pechos donde unas manos los tocaban a través de la tela.
—Oh si.. —gemí.
Otras manos acariciaron mi cintura y desabrocharon mis pantalones y los deslizaron hasta mis pies, después mi blusa junto a mi brasier haciendo rebotar un poco mis senos, me sentía frustrada al no saber quien me tocaba, quería mirarlos, pero por alguna razón me excitaba mucho no ver nada.
Sentí como mis bragas fueron quitadas de mi cuerpo así quedando completamente desnuda ante ellos, ataron mis manos detrás de mi espalda con otro trozo de tela, dejándome de pie e inmóvil. Escuché un poco de ruido en la sala, cosas moverse pero ninguno hablaba, se mantenían en silencio.
Uno de ellos me tomó de los brazos y me hizo caminar con cuidado, toque el sofá con los pies y sentí unas manos en mi cintura haciéndome sentar en un regazo, sea quien sea estaba duro y sentir esa dureza sobre mi intimidad me excitaba mucho más.
Después sentí un aliento en mi oído que me hizo estremecer y unos besos húmedos en mi cuello, sus enormes manos recorrieron mi cuello, después bajo a mis pechos donde jugó un poco con mis pezones, luego deslizó su mano a mi abdomen hasta mi monte de venus y colocó ambas manos en mis rodillas para así abrirme por completo las piernas, mis brazos seguían en mi espalda y me di cuenta de que ellos estaban viendo mi intimidad, dió unas palmadas en mi intimidad haciéndome respingar y gemir.
—Oh no.. Dios —gemí muy fuerte.
Seguía dando palmadas en mi intimidad mientras que yo me retorcía encima de el y su dureza, después de un momento de tortura, se detuvo y con su pulgar hacia círculos sobre mi clítoris y después introdujo dos dedos dentro de mi para empezar a masturbarme.
—¡Joder! —grité.
Me mordí el labio e hice atrás mi cabeza y por inercia movía mis caderas para sentir más sus dedos en mi, luego sacó los dedos para luego meter uno solo y moverlo dentro de mi de forma lenta, escuché unos pasos cerca de mi y después sentí como otro dedo entró en mi, pero este se sentía distinto, luego otro más, me estaba volviendo loca con tres dedos dentro de mi.
Una enorme mano acarició mi rostro para luego quitarme la tela que tenía en mis ojos.
Carlo y Mikael estaban frente a mi, arrodillados. Ambos sonreían de lado y jadeaban casi que en mi cara.
Dios que delicia, esto es demasiado para mi.
—Serás una niña obediente ¿Verdad, mi amor? —escuché a Axel detrás de mi.
—Si —jadee.
—Eso me gusta —mordió mi oreja—, ahora vas a ser una chica buena y bajarás la cabeza para que veas como mis amigos y yo te masturbamos tu indimidad.. Obedece preciosa.
Y lo hice, bajé la cabeza para encontrarme con los tres metiendo un dedo en mi, estaba tan excitada por la imagen que cerré los ojos cuando empezaron a masturbarme.
—Voy a.. —no podía hablar.
—Correte mi amor —Mikael sostuvo mi rostro para lamer mis labios.
Sus dedos se metían y salían de mi de forma rápida y ruda, me gustaba y quería mucho más.
—Más —gemí—, más duro..
—Joder —Carlo murmuró.
Después de que me dieron más duro con sus dedos mi vientre se contrajo y me corrí, Mika me soltó del rostro y me recargue del pecho de Axel. Los tres salieron de mi, Axel me tomó del rostro de nuevo.
—Mira cómo mis amigos prueban tu orgasmo, míralos pequeña Emma —murmuró.
Y así lo hice Mikael y Carlo estaban saboreando sus dedos como si fuesen su dulce favorito. Y Por Dios que imagen más erótica y deliciosa. Después Axel hacia lo mismo.
—Carlo, ve por todo ello —Mikael le dijo.
El asintió y se perdió por por el pasillo.
—¿Que van a hacer?
Mikael se acercó a mi, yo seguía encima de Axel, pues no me quería soltar.
—Querias que te follaramos ¿Verdad? —asentí— pues vamos a follarte por todas partes mi amor.
Ya sabía lo que venía y no sabía si estaba lista para tener sexo por ahí.
—Tranquila, no te vamos a lastimar.
Asentí solamente.
Carlo volvió con lo que Mikael le pidió y este se lo entregó, Mikael le hecho un poco de lubricante al plug y lo acercó a mi.
—Tienes que estar relajada mi amor —asentí.
Poco a poco empezó a introducirlo dentro de mi, me tensé y sentía dolor, pero después pasó y este empezó a vibrar dentro de mi haciéndome estremecer.
—Joder que hermosa te ves así —Dijo Carlo.
—Por favor —gemí.
Los quería dentro de mi ahora, me quedé quieta en mi lugar cuando Carlo y Mikael se quitaron los pantalones frente a mi y dejándome ver sus enormes erecciones debajo de esos bóxers, ellos sin pena alguna se quitaron los boxers dejando sus enormes.. pollas afuera, después Mika sonrió y rompió un condón para colocárselo frente a mis ojos.
Que delicia..
—Sacalo Axel —dijo Mikael gruñendo mientras se masturbaba.
Carlo hacía lo mismo mientras gemía mi nombre. Dios, esto es tan sucio, me encanta.
—Oh Emma.. —gimió.
Axel sacó el plug de mi y me alzó para luego sentir su polla entrando lentamente en mi, de nuevo me tensé pero ya después no me dolió. Mikael se arrodilló de nuevo frente a mi y tomó el interior de mis muslos para abrirme más las piernas, Axel sostuvo una pierna para que Mikael entrara en mi, cuando estuvo dentro de mi me embistió.
—Oh Emma, estás apretada —habló de manera tosca, se escuchaba excitado.
Ambos empezaron a embestirme de forma ruda, mire a Carlo y le sonreí invitándolo a qué se acercará, solo gire mi rostro hacia su erección, el tomó mi cabello en una coleta para introducir su pene dentro de mi boca.
El gimió de satisfacción mientras yo me perdía entre las embestidas de Axel y Mika.
Probé su glande con su líquido pre-seminal que me encantó, el movía sus caderas de atrás hacia adelante follando mi boca, empecé a sentir mis ojos llorosos.
—Oh Emma que hermosa te ves —Carlo pasó su pulgar por mis lágrimas.
Mis ojos no se despegaron de los suyos mientras me follaba la boca, el sonrió de lado mientras seguía embistiéndome la boca.
Mientras que Mikael y Axel me seguían dando duro, Axel apretaba mis pechos y jalaba mis pezones.
—Joder Emma que rica te sientes —lo escuché gruñir.
Carlo hizo más rápidos sus movimientos hasta que frunció el ceño excitado y abrió la boca jadeando fuerte, después sentí como su pene se tensó en mi boca y se corrió dentro de ella.
—Tragalo Emma —ordenó de forma brusca.
Y así lo hice, trague su semen y sentí lo salado de el en su mi garganta, relami mis labios y el paso sus dedos por este, mientras sonreía, que delicia.
—Que buena chica eres —me besó.
Mikael gruñía cómo animal al igual que Axel hasta que el mismo Axel me tomó fuerte del cuello.
—Voy a llenarte Emma ¡Joder! —gimió fuerte en mi oído.
—Voy a correrme maldita sea —Mikael gruñó.
Ambos me embistieron más duro hasta que se tensaron y se corrieron dentro de mi, Axel tocó mi clítoris y me corrí de nuevo
Me sentía liviana y mi respiración era un desastre, mis ojos se cerraban solos, sentí como ambos salieron de mi y los fluidos de ambos corrían por mis piernas.
Sentí como Carlo me alzó en sus brazos.
—Descansa mi amor —besó mi frente—, estuviste fantástica.
Caminó por un momento y entro a una habitación y me recostó en la cama, después escuché la voz de Mika.
—Voy a limpiarte un poco mi amor —besó mis labios.
Cerré mas los ojos sintiendo el tacto de Mikael sobre mis piernas y pecho hasta que me dormí por completo. Jamás había tenido un buen sexo como este.
Fue fantástico..