No hay chinches allí.
Hardin Holloway
Mis ojos ardían. Aquella luz irritante brillaba, molestando cada uno de mis sentidos más lentos y más rápidos. Podía oír el ruido de fondo. Podía oír el agua caer, y nada tenía sentido. Estuve acostado en un césped helado hace un rato, pero ahora sentía todo caliente invadiendo mi cuerpo de la forma más irritante que podía imaginar.
Intenté mirar hacia arriba, pero aquella luz casi me mataba. ¡Maldita sea! – ¡Mierda, apaga esa luz! Me duele la cabeza.
– Caray. Qué boca sucia. ¿Ya eras así mientras trabajaba para ti? No recuerdo haberte oído maldecir tanto.
Miré en dirección a aquella persona. ¿Por qué hacía bromas? ¿Quién era ella? ¿Por qué estaba dentro de un baño conmigo? – ¿Maila?
Pero la mujer se agachó frente a mí, y mis ojos tardaron bastante en enfocar. Solo podía pensar que Livy Clarke me mataría si supiera que estuve dentro de un baño con otra mujer. Pero eso no pasaba de una gran especulación. ¿Livy aún sentía algo por mí, o pretendía solo vengarse? Mi corazó