Hardin Holloway– ¿Qué estás haciendo?– Solo te estoy quitando la ropa mojada. ¿Qué pensaste que...? – Sus ojos se entrecerraron. – ¿Hardin, tú? ¡No! – Aquellos grandes ojos de sorpresa eran tan graciosos.No podía evitar reírme. Era un hombre envuelto en una toalla pequeña, sin ropa que lo cubriera adecuadamente. Era como estar en vestido, riéndome de una mujer prácticamente de rodillas frente a mí. Esto no podría parecer menos inapropiado que mi imaginación.– Bueno, yo no pensé nada. Pero ya que estás ahí, y diste la idea…Livy Clarke abrió los ojos aún más. Miró hacia arriba, y luego hacia adelante, y vio lo que probablemente yo había notado desde el principio. Sabía que estaba temblando. Era como ver a aquella mujer retraída de antes. Tal vez ni siquiera había estado con otro hombre después de todo. Tal vez solo había tenido uno en toda su vida. Yo quería... Yo necesitaba, pero no así.Livy Clarke se apresuró a levantarse lo más rápido que pudo. Caminó frente a mí, olvidando por
Hardin HollowaySus ojos estaban aún más grandes ahora. Sabía que su corazón latía rápido porque podía oírlo desde donde estaba. ¿Cómo debía comportarme ahora? ¿Necesitaba contenerme? ¿Tenía que reprimir mis impulsos, o ella me deseaba tanto como yo había estado loco por ella durante tanto tiempo? Ya habíamos esperado demasiado por esto, y ahora, podía tocar aquel cuerpo suave...– Hardin, yo... – Livy estaba lista para hablar. Sabía lo que diría. Sabía que diría que no éramos adecuados. Sabía que hablaría de otras personas. No quería hablar de otras personas, solo de ella. Y de cómo podría estar dentro de ella.– Shhh... ¿De verdad quieres hablar de eso ahora?Livy miró en el fondo de mis ojos. Era como si ella fuera la única que realmente podía verme. – Sé que piensas que estoy aquí por eso. Que quiero estar en tu cama, pero yo... Yo no quiero estar en tu cama. No puedo.Mis labios se movieron y sonreí. Instintivamente, Livy sonrió, distraída, casi encantada. Y entonces, se dio cuen
Livy ClarkMi pecho ardía. Aún sentía los efectos que él causó en mi cuerpo. Solo fui besada así una vez, por mi esposo, en nuestra única noche de amor. Ahora, Hardin creía que yo no era suficiente para él. Vestirme como lo había hecho, aprender a arreglar mi cabello y usar maquillaje, no sirvieron para nada. Él era el único que me gustaría que me deseara, pero él no me desea, y los dos sabemos el motivo. Un corazón lleno no tiene espacio para otra mujer.Mi cabello cayó por mi espalda cuando me quité aquella ropa. Aún estaba mojada y no quería sentir más su olor en mi cuerpo. Ni siquiera me importaba cuánto me estaba mirando en lencería. Simplemente, no podía ignorar más la tentación tan cercana.– No me estás ayudando a ser un caballero... – Hardin refunfuñó.Una luz pareció encenderse en mi cabeza. ¿Caballero? ¿Acaso no me había rechazado? ¿No quería dormir conmigo después de una noche infernal? Maldita sea... No, ¿por qué le estaba creyendo después de todo? ¿Por qué me estaba ilus
Livy ClarkHabía sujetado mis zapatos cuando salí descalza del apartamento de Hardin Holloway. Llevaba un vestido rasgado y sucio, y me sentía extrañamente más sucia que cualquier otra cosa en mi cuerpo. ¿Todo lo que había hecho no fue más que una excusa? ¿Lo llevé hasta el apartamento y me aproveché de un hombre borracho? Todo esto no formaba parte del plan. No estaba en mis planes ser amable, ni estar en su cama. No estaba en mis planes besar a Hardin.Aún recordaba todas las cosas que sabía sobre él ahora. Aún podía ver la imagen de las mujeres con las que salió, circulando dentro de mi cabeza, como otro recordatorio doloroso. Aún podía oír todo lo que me dijo y cómo me confesó todo el sufrimiento. Aún podía recordar cómo había preguntado por el hijo de Hardin Holloway en el hospital en el que se suponía que había muerto, pero no había ningún niño. ¿Cómo? ¿Cómo alguien miente sobre algo tan terrible? ¿Cómo podía ser tan cínico?Apreté los botones del ascensor, implorando mentalment
Hardin HollowayMe desperté boca abajo en mi cama por la mañana. El sol entraba por la ventana de cristal, donde había olvidado correr las cortinas. Qué fastidio... Había babeado la almohada y sabía que probablemente Livy Clarke lo había presenciado. Al menos, estaba sin ropa... Eso debería querer decir algo.Me escurrí entre dolores de cabeza y la resaca. Mis ojos apenas podían abrirse. Estaba sentado en la cama después de un esfuerzo realmente patético. – ¿Livy? – Llamé.No podía verla en mi cama, así que imaginé que estaría en la cocina, preparando algo, como en mis mejores sueños y fantasías. Ni siquiera me vestí cuando salí de mi habitación. Caminé hacia la cocina como vine al mundo y miré alrededor. Ella no estaba allí. Pero las ollas chocaban y entonces me llené de esperanzas.Detrás del mostrador, estaba la mujer con la que probablemente dormí toda la noche y era incapaz de recordar. Todo lo que sabía era que necesitaba cambiar eso. Tenía que recordar cómo era estar con ella,
Livy ClarkMis tacones golpeaban la alfombra con toda mi fuerza. Mi falda lápiz me hacía lucir más sensual de lo que en realidad debería ser. Mi cabello suelto me daba un aire salvaje y hermoso, y lo sabía, porque desde que entré en la industria Holloway, ningún hombre había podido dejar de mirarme.Todos los empleados estaban de pie, mirándome fijamente. Sus miradas de miedo, podía reconocerlas en cualquier lugar. Ya me había sentido así antes, y no diría nada ahora. No tenían que sentir más miedos, a menos que hubiera un gran motivo para ello.Un empleado corrió hacia mí. Sus grandes gafas deslizándose de su rostro y su ropa inadecuada me recordaban a alguien que fui alguna vez. – Se-sé... Sé...Lo encaré, sonriéndole lo más amablemente que pude. Ah, si él supiera que yo estaba más nerviosa que él. – Calma. Respira... Dime cuál es el problema.– No... No... – El pobre hombre respiró hondo. – ¡No puede entrar! – Parecía haber descargado toneladas de sus hombros cuando terminó la fras
Livy Clark– ¿Policía? Livy, no es para tanto. Sé que nosotros podemos resolvernos.– Solo un segundo... – Le dije al policía, y entonces puse la mano delante del celular. – ¿Resolvernos? ¿Qué sugieres? – Quité la mano de delante y volví a conversar con el policía. – Disculpe, voy a intentar resolver amigablemente. Regreso si lo necesito. Gracias. – Colgué.Daren Holloway parecía enojado, mientras Maila parecía finalmente respirar. Todo aquel aire siendo liberado, junto con el veneno que ella destilaba.Daren se sentó en mi silla y comenzó a balancearse. – Puedo ser tu mano derecha. Yo voy a comandar, pero la gente no sabrá eso. Tú tendrás tu gloria, y yo... Yo voy a seguir controlando la empresa de mi padre.– ¡Levántate de mi silla ahora! – Ordené.Él estaba temblando cuando se levantó. Uno de sus brazos estaba inútil, sujeto por una tipo. – Lo siento.– Él no era tu padre, Daren. Era mi padre. No seas hipócrita. Aquel hombre no era cercano a ti. No te cuidó ni vivió cerca de ti, so
Livy ClarkNecesitaba recordar cómo caminar otra vez. Los pasillos de la empresa estaban perfectamente limpios, alineados. Fue la primera vez que encontré aquel lugar saludable. Me detuve frente a la puerta de una sala y leí “Livy Clarke Holloway” pegado a ella. Mi corazón se retorció. Ella debería tener Holloway en su nombre, y no había nada más adecuado, pero yo debería habérselo dado cuando estuvieran casados y felices.Me senté en un sillón apoyado en la pared, sintiendo mi corazón rebosar de ansiedad. Mientras tanto, nadie vino hacia mí. Estaba allí, esperándola, como un día ella me esperó a mí. Podía entender la ansiedad y lo sorprendida que debió estar cuando la contraté.El ambiente parecía extraño, aunque perfectamente en sintonía. Los empleados eran como robots, trabajando, cada uno en su mesa, sin conversaciones ni risas. ¿Qué estaba sucediendo?La puerta se abrió enseguida. Una mujer rubia salió de la sala, prácticamente golpeando la puerta contra la pared al abrirla de go