Livy Clarke
Salir de mi casa se había convertido en un infierno desde que la foto fue divulgada. No conseguía entender el interés de la gente por la vida de alguien de esa manera.
Usando mi vestido de fiesta, seguí hacia el coche en el garaje, pero no parecía importar cuántos guardias de seguridad hubiera afuera, ellos siempre conseguían entrar.
Lewis me ha llamado desde la última vez que lo vi. Desde aquel día en que tiré las rosas, ha estado enviando una porción de regalos de lujo. Coche, bolsos, zapatos, vestidos de diseñador... Como si yo no pudiera comprar cada uno de ellos. No agradecía el gesto, todo parecía haber sido una elección personal suya, solo para transformarme en alguien que no deseaba ser.
El cóctel de hoy prometía ser mucho peor de lo que esperaba. Mientras viajaba en coche, solo conseguía pensar que Tom ya estaba en casa ahora. Cómo deseaba ver cómo está ahora... No podía visitarlo. Acabaría llevando el infierno de periodistas hasta él también. Saber que Maila esta