Varios enfrentamientos en territorios cercanos de las aldeas que están bajo el yugo de su manada, más problemas con lobos rebeldes, quienes han intentado cruzar al continente de los humanos; sumándose la emboscada que le hicieron los guerreros de la manada Fuerza de bronce a algunos comerciantes de la manada de Tron, lo han mantenido fuera de casa y muy ocupado.
Todos esos días, Otsana se la ha pasado encerrada en su habitación llorando.
—Quiero ver a mi madre —solloza sobre la cama, mojando la almohada con sus lágrimas.
Mientras tanto, Zafra y las demás sirvientas vuelven a encontrar la bandeja de comida sin tocar y se miran unas a las otras con preocupación.
—Esa maldita esclava es un problema. Temo por nuestra vida. Si esa chiquilla se sigue negando a comer va a enfermar, entonces el alfa Tron nos va a culpar a nosotras. Maldita la hora en que esa mugrienta basura fue traída a esta mansión —espeta Zafra frustrada.
Todavía siente los estragos del castigo que el alfa mandó a propinar