Ellen
Ellen despertó con la suave caricia de la luz del sol filtrándose por las cortinas de la habitación. Su cuerpo aún estaba impregnado del calor de la noche anterior, de los besos, las caricias y la manera en que Derek había reclamado cada centímetro de su piel con una devoción que la había dejado sin aliento. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió completa, deseada… amada.
Pero cuando extendió la mano en busca de Derek, solo encontró la frialdad de las sábanas vacías.
Se incorporó lentamente, sintiendo el peso de su embarazo apenas perceptible aún, pero presente como un recordatorio constante de lo que había cambiado en su vida. Su corazón comenzó a latir con fuerza, una inquietud naciendo en su pecho. ¿Dónde estaba Derek? ¿Había sido solo la pasión de una noche lo que los hab&ia