Después de estar de acuerdo, se comenzó a ver los planes para la boda religiosa de los rubios y aunque ellos no sabían mucho sobre lo que se requería para celebrarla además de lo obvio.
Lo curioso es que las noticias volaban rápido y al día siguiente Aiko y sus hijas estaban de visita en la casa para ayudarlo con la organización de la boda.
- Hola hola – saludo risueña Chloe al entrar al cuarto de los gemelos quienes estaban sentaditos en sus sillas portabebés escuchando el cuento que su madre les estaba leyendo en esos momentos.
- Ahh…
- Aw… si ahh ya está aquí – dijo Chloe divertida sentándose en el suelo para quedar a su altura.
- Hija, motívalos a que te llamen por tu nombre – dijo Aiko entrando a la habitación – buenas tardes Karen.
- Buenas tardes – menciono ella dejando la lectura del cuento de caperucita roja para otra ocasión.
- Ya nos enteramos por el abuelo – dijo Margot, quien entro detrás de su madre e imito a su hermanita para sentarse en el suelo y tomar con cuida