Capítulo 6: Estoy embarazada

“Ahí está la dirección”

Lola le había enviado la dirección y no estaba muy lejos, incluso podía irse caminando para despejar su mente en el camino.

Esa noche durmió sintiendo los nervios a flor de piel, su padre no sabía que iba hacer esto, estaba segura que la habría acompañado, pero Rachel deseaba hacer esto sola. Así que se levantó mucho antes que él, se dio una ducha rápida tomó ropa casual y salió de la casa. Recibió mensajes de sus amigas deseándole suerte al enfrentarse con Kilian Novoa. Esto solo la ponía más nerviosa, pero algo tenía claro, si ese hombre le faltaba el respeto no se iba a quedar callada.

Caminó por alrededor de veinte minutos, el aire de mañana estaba muy fresco, recién estaban empezando el invierno, así que por ahora podía seguir disfrutando de este tipo de mañanas hasta que llegue el día que no quiera salir de su cama.

Llega a la casa de Kilian, no había rejas que impidieran el paso, ella ingresó observando la propiedad. Todo estaba muy hermoso, incluso había pequeñas estatuas que daban un toque excéntrico al jardín.

Estando frente a la puerta toca el timbre, escucha a dos hombres discutir y ella piensa en retirarse, al parecer no se trataba de un buen momento.

—¿Quién eres? — un hombre mayor abrió la puerta.

—Buenos días, lamento la molestia, pero busco a Kilian Novoa, vive aquí ¿Verdad?

Pregunta indecisa de si él aún sigue viviendo en esta casa.

—Así es ¿Quién lo busca?

—Mi nombre es Rachel Santana.

Kilian que estaba en la sala acostado en el sillón grande, esperaba a que su padre regresara, pero seguía tardándose. Pensando que se ha marchado, luego de decirle que debe contraer matrimonio pronto o le quitará la empresa, va de camino a la puerta y lo ve ahí hablando con una mujer conocida para él. Sin tener control de su cuerpo quita a su padre de la puerta y se para delante de la desconocida de Italia.

—Tu.

—Hola.

—¿Qué haces aquí? No ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Creo que eso no es lo importante ahora, ¿Me podrías dar algo de tu tiempo? Seré rápida.

Kilian se hace a un lado dejándola pasar, su padre observa en silencio y los sigue con cautela hasta la sala. No ingresa, sabe que, si entra, su hijo lo sacará para poder hablar con aquella desconocida.

—¿Y bien? ¿Qué te trae hasta mi casa? — pregunta él relamiendo sus labios cuando la ve caminar delante de él.

Kilian se sienta en el sillón grande esperando a que ella se suba a sus piernas.

—¿Qué esperas? — palmea sus piernas, pero ella toma asiento frente de él.

—Escucha Kilian, me presentaré. Mi nombre es Rachel, sé que no pensabas verme de nuevo, y menos yo pensaba verte de nuevo.

—Hablas cómo si no hubieras disfrutado de lo que pasó en Italia.

—Escucha, estoy aquí para decirte algo y me iré. No he venido para hablar sobre si lo disfruté o no.

—Te escucho.

—Estoy embarazada.

Kilian se queda en silencio por unos segundos, mira a diferentes puntos de la sala, cree que ha oído mal, pero su expresión tan seria, le confirma que si ha dicho aquella palabra.

—¿Qué?

—Cómo dije, estoy embarazada.

Él se levanta de su asiento sintiendo que su mundo se viene abajo, mira a aquella desconocida y siente mucha rabia.

—¿Esta era tu estrategia?

—¿Disculpa?

—Acostarte conmigo por dinero, pero querías asegurar un niño.

—¡¿Qué?! ¡No!

—Eres una oportunista, buscabas embarazarte de mí y venir a buscar montarte en mi casa, pues no.

Rachel se ríe secamente, realmente este hombre era un idiota y patán. Sabía que sus amigas le habían advertido sobre él, pero había guardado una gota de esperanza, la cual se esfumó cuando abrió su boca para decir mentiras de ella.

—¡A mí me respetas! ¡Vine aquí porque este niño no se hizo solo! ¡Y para tu información yo me cuido, pero por cosas de la vida he quedado embarazada!

—Ay sí, claro.

—Y dinero de ti no busco, tengo un excelente trabajo como auxiliar de vuelo, pero quise ser responsable y hacerle saber la verdad al padre de mi hijo.

—¿Esperas que me crea ese cuento? Eres una gata trepadora y.

Rachel dio una fuerte cachetada, jamás, pero jamás en su vida la habían tratado tan horrible cómo este hombre lo ha hecho.

—Que error fue venir aquí.

Ella caminó fuera de la sala, él señor que antes le había abierto la puerta venía detrás de ella llamándola.

—¡Señorita! ¡Espere un segundo!

Rachel se detiene, respira profundamente antes de girarse y encarar a aquel señor.

—Lamento la forma tan despreciable en la cual mi hijo la ha llamado.

—No se disculpe por él.

—Mire, escuché todo y si es verdad, me gustaría que se calme y regrese adentro.

—Es verdad, pero no he venido aquí a mendigar dinero y menos a que me traten de lo peor.

Antonio puede ver el dolor y odio que esa muchacha guardaba en estos momentos.

—Escuche, yo hablaré con mi hijo. Deme su número.

—Lo siento, pero no. No quiero volver a ver a alguien como él en mi vida.

Rachel dio la vuelta molesta y siguió su camino de regreso a casa, se sentía muy estresada y agobiada. Le envió a un mensaje a sus amigas y solo Dalia respondió al no estar en servicio, Lola si había tenido que viajar a Brasil, pero regresaba hoy mismo, por ahora solo se verían ellas dos, en una cafetería.

Ella llegó antes, tomó asiento en la primera mesa que vio, pidió un pedazo de torta de tres leches y un vaso de agua.

—Rachel, ya estoy aquí— Dalia entró agitada, había venido en bicicleta lo más rápido, luego de oír el audio en el grupo de W******p. —¿Qué pasó?

—Es una escoria, es de lo peor.

—Cálmate— pese a que no gritaba, se le veía la ira contenida. —Inhala y exhala.

Rachel siguió las indicaciones de Dalia, hasta que su cuerpo estuvo menos tenso.

—Bien, ahora que sucedió.

—Fui, me presenté y le dije la verdad— respiró profundamente al recordar las palabras de Kilian. —Él muy idiota me llamó oportunista y gata trepadora.

—¡¿Qué?!

—Cuando me dijo gata trepadora no me contuve y lo golpeé, le dejé en claro que no necesitaba dinero de él y que había sido un error ir. De ahí su padre me siguió y me pidió que volviera a dentro.

—¿Y qué hiciste?

—No regresé adentro si es lo que piensas, él me pidió mi número y me dijo que hablaría con su hijo, pero yo le aclaré que no quería saber nunca más de su hijo.

—Okay, sabía que no iba a responder, pero no pensé que te trataría de esa forma.

—No, y cuando recién llegué palmeo sus piernas para que me sentara. Él pensaba que había ido para tener sexo ¿Puedes creerlo? Sonreía con tanto descaro que lo recuerdo y me da más rabia.

—Okay, tranquila. Has tomado una buena decisión. No necesitas a ese idiota en tu vida, para eso nos tienes a nosotras y a tu papá.

Rachel asiente más tranquila, es la realidad, no necesitaba nada de ese hombre. Desde un principio fue así, no lo había buscado para tener nada de él, así que ahora debía seguir adelante con o sin él. Aparte de que no era relevante en su vida, solo había sido un acoston de una noche.

—Tienes razón Dalia, no me importa ese idiota. Tengo mucho que hacer, tendré este bebé este sola y saldré adelante para darle una excelente vida.

—Me gusta escucharte hablar así.

—Y cuando mi hijo pregunte por el bastardo de su padre, le diré que está muerto.

Dijo al enterrar agresivamente el pequeño tenedor en la torta, Dalia sonrío dudosa, pero ¿Qué más podía decir? Ese hombre no merecía ser nombrado en la presencia de su hijo.

(….)

—¡Papá no puedes hacerme esto!

Antonio recibió el café que la chica de la cocina trajo para él. ¿Qué había pasado? Había llegado la hora de ponerle un alto a su hijo. Amenazó con quitarle la empresa, si no se hacía responsable de sus acciones, y esto conllevaba a que se casara con Rachel.

—¡Ni si quiera sabes si esa mujer está diciendo la verdad! ¡Ese niño podría no ser mío!

—Se reconocer a las oportunistas, Kilian, y esa mujer no tenía rastros de serlo— dice seguro de lo que sus ojos han visto. —Además, si realmente le interesar tu riqueza, me habría dado su número cuando se lo pedí.

—¿Y qué? ¿No lo hizo? — pregunta con sarcasmo.

—No, no lo hizo. El odio en sus ojos lo decía todo, dejó en claro que no quería verte jamás en su vida. Una mujer oportunista no desaprovecha ninguna oportunidad.

Kilian se ríe sin mucha gracia, no puede creer que realmente su padre le esté obligando a buscar a esa mujer luego de lo que pasó aquí en su casa.

—Papá, se razonable. No puedes involucrar la empresa en esto.

—He tomado mi decisión, a partir de mañana no irás más como CEO. Volveré a tomar mi lugar hasta que aprendas a respetar y ser responsable.

Antonio terminó de beber su café, dejó la tasa sobre la mesa y camino a la salida. Kilian solo escuchó el cerrar de la puerta y la ira se apoderó de él, su padre no puede estar hablando en serio, mañana o pasado mañana lo llamaría para decirle que debía ir a la empresa a encargarse de algo y de ahí todo volvería a la normalidad.

Error, pasó una semana en la cual Kilian no le fue permitida la entrada a la empresa y menos al viñedo, esto debía ser una pésima broma. Su padre se había enfrascado en que realmente debía hacer esto y él no quería, no quería buscar a esa mujer.

Iracundo regresa a su casa, Ariana estaba afuera de la puerta, ella corre a su encuentro cuando lo ve bajar del auto.

—¡Kilian! ¡¿Qué pasó?! — pregunta alarmada posando sus manos sobre su pecho. —¿Por qué no has regresado a la empresa? Le pregunté a tu padre y dijo que no es mi asunto.

Él la quita de su camino e ingresa en su casa, ella viene detrás de él y siente muchas ganas de gritarle que se largue, pero respira profundamente. Al entrar en la casa va a la sala, se siente en el sillón y ella se sienta sobre sus piernas ahorcajadas.

—Estás muy tenso, necesitas relajarte ¿Quieres decirme que te pasa?

Kilian la mira sin interés en sus palabras, analiza la posición, desde hace algunos días no había cogido con nadie. Estaba un poco reprimido y tal vez si se cogía a Ariana, podía bajar la tensión en su cuerpo. En un movimiento rápido cambió la posición, la dejó debajo de él, alzó su trasero y sacó su pene. Subió la mini falda de Ariana y cómo era de esperarse no traía nada de bajo de la falada, solo fue cosa de afirmarla bien y me terse en ella sin previos juegos.

Ariana muerde su labio y afirma sus manos del apoya brazos, no estaba mojada, había dolido un poco, pero aun así se había sentido tan bien, que esperaba que él la azotara tan fuerte para que pueda desahogar su rabia.

—¡Kilian! — grita cuando él se entierra en ella.

—Cállate Ariana.

El sexo que él le daba ahora era tan crudo, que le fascinaba, pero anhelaba que en algún momento este hombre la tocara con amor y la besara con pasión.

Su camisa la tenía ahogada del calor, por lo que busca quitársela hasta quedar sin nada que la cubra en la parte superior. Él sale de ella y toma asiento, Ariana aprovecha para sacarse la molesta falda y prácticamente saltar a las piernas de Kilian, toma el pene y lo lleva a su vagina. Lo introduce con rudeza y grita de placer cuando él juega con sus pezones, ella traga fuerte cuando siente las ganas de besarlo.

Ariana lo abraza pegando sus pechos a sus labios, en cuestión de segundos ambos se vienen y ella se permite descansar un poco más en su pecho.

Kilian suspira aún estresado, mira a Ariana y piensa en que debe encontrar a la desconocida a cómo diera lugar.

—Levántate, necesito que busques a alguien.

—¿A quién?

—Se llama Rachel Santana.

Ariana se extraña de oír el nombre de una mujer ¿Por qué él estaba buscando a esa mujer?

—¿Para qué la buscas?

—¿Desde cuándo tengo que darte explicaciones Ariana? — indagó con molestia. —No preguntes lo que no te incumbe y has lo que te digo.

—Pero al menos dime qué hace.

—Trabaja como auxiliar de cabina ¿En cuál de las tres que hay en el país? No sé, ahora lárgate a hacer lo que te ordené.

Ariana se siente desechada luego de tener sexo, sin mucho que pueda hacer se levanta y toma su ropa. Se cambia y sale a buscar la información de la susodicha, por ahora solo le queda acatar la orden, pero se iba a enterar la razón de la cuál Kilian la ha mandado a buscar. Tener la información de la tal Rachel le costó debido a que no es fácil obtener información de los trabajadores de las aerolíneas, pero tuvo que mover algunos cables para por fin dar con ella.

Tomo toda esa información y al día siguiente se la llevó a Kilian él tomó la dirección y partió a la casa de Rachel. Ariana quedó en la casa de él, impaciente por lo que había obtenido de ella: En licencia de maternidad.

—No puede ser suyo, no, no puede ser.

(….)

Rachel se hallaba en su casa como de costumbre, su padre no se encontraba y ella estaba terminando de desayunar. Para hoy tenía previsto ir con su madre, la había estado evitando do este tiempo y su padre le ha dicho que no puede seguir así.

El timbre de la casa suena y ella toma su bata antes de abrir la puerta, toma el pomo y abre la puerta, encontrando a una persona que no deseaba ver ni hoy, ni nunca. Ella rápidamente intentó cerrar su puerta, pero él impuso su fuerza para que ella no lo lograra.

—¡Largo de aquí!

—Rachel espera, dame un momento.

—¡No, no voy a permitir que me vengas a faltar el respeto en mi casa!

—Rachel no vengo a insultarte, solo deseo hablar contigo de algo importante, por favor. Solo cinco minutos.

—¡No quiero oírte! ¡Lárgate o llamo a la policía!

—¡Demonios, solo escúchame un segundo, por favor!

Ella se cansó de imponer fuerza y terminó cediendo, bajo su mala mirada lo ha dejado pasar. Llegaron hasta la sala, el ambiente era totalmente tenso, y con todo este alboroto Rachel se sentía muy agotada. Caminó sintiéndose débil, él se percató de su estado e intentó ayudarla, pero con odio ella esquivó su mano.

Rachel tomó asiento esperando a que él hablara.

—Habla de una vez y lárgate lo más pronto que puedas.

—Escucha, gracias a tu aparición con mi padre ahí ahora mi vida se ha complicado. Tú y tu bebé solo han ocasionado problemas y.

—Fuera de mi casa— dijo totalmente seria.

Kilian muerde su legua, no había empezado de la mejor forma.

—Lo siento, iré al punto. Hagamos un trato.

—¿Un trato?

—Yo les doy todo lo que necesitan tu hijo y tú, a cambio cásate conmigo por un periodo de un año.

Rachel mira a este hombre y definitivamente se ha vuelto loco.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App