~Scarlett~
Obligué a mi cerebro a no pensar en que quizá Sebastián había desenterrado mi cajita por nostalgia, la guardó cerca de donde dormía y la cuidó.
Salvar a mi bebé era lo más importante ahora. Un arma era el último recurso. Ojalá no tuviera que usarla. No quería pelear con nadie cargando varios kilos en la panza.
Pedir ayuda sería lo mejor. ¿Pero cómo? ¿Como, si no tenía mi celular?
Miré la ventana: el sistema de seguridad. Cualquier daño en ventanas o puertas activaría la alarma. El número de emergencia era el mío. Si no la ignoraba o apagaba, la empresa de seguridad vendría a revisar.
Pero romper la ventana delataría mi presencia.
Debía activar la alarma rápido, pero cuando sonara, quien estuviera en la casa vendría por mí. ¿Cuánto resistiría? Pero si me encontraban primero, no tendría ninguna oportunidad.
¿Ninguna oportunidad contra una pequeña? La mínima ganaba.
No pude elegir esa "victoria". Al levantarme, una máscara blanca apareció tras la ventana. Un grito agudo se me e