La calma y la burla en su mirada se fue por un caño al escucharme decir eso, sus manos apretaron con fuerza mis caderas y sus labios se acercaron a los míos esperando con calma a que yo diera el primer paso.
-Damien...- suspire rozando mis labios con los suyos-...no hagas esto en este lugar-
-¿Crees que eso me importa?-
-Por favor-
-Justo esas dos palabras vas a decirme esta noche mientras te pongo en cuatro y me hundo en lo profundo de tu ano muñeca-
No quería imaginarme algo así pero me fue imposible no hacerlo y más al sentir como sus manos se movían hasta mis glúteos para pegarme a su cuerpo.
-Dime que no lo imaginaste- indago antes de pasar la punta de su lengua por mi labio inferior- Dime que no me imaginaste detrás de ti rozando la punta de mi verga en tu entrada después de haberte llenado con mi semen, dime que no estas imaginando que uso mi semen como lubricante para hundirme en muy apretado culo muñeca. Vamos dime-
-Amor...basta por favor-
-Déjame que te muestre lo increíble