Capítulo 69.
Mateo vio a Harper bajar los hombros y quitarse los guantes. Siempre temía que alguien viera sus manos, se alteraba tan siquiera que vieran esa piel marcada, con relieves que recordaba lo que…no recordaba del todo.
Sacudió sus pestañas, mientras su lengua se negaba a moverse. Trataba de convencerse de que le estaba dando armas a alguien que no tenía lástima por nadie. Al mismo tipo que odiaba por condenarla a estar por siempre bajo el dominio de Lorcan, al mismo mató su esperanza, al mismo que…esa noche debió haberla asesinado.
—Mi abuelo, Edison— corrigió con su voz fallando.
El escozor en su garganta la estaba por ahogar, no era buena expresando algo real, propio y tan profundo que incluso se había escondido de ella.
—Era muy distraída a mis 16— rió y Mateo siguió escuchándola. —Solía perderme en mi…esa casa, era normal, entraba al dormitorio de Delphine o Alaric por accidente, si la viste sabrás que es muy confuso el…—Mateo asintió y ella ladeó una mueca—. Pero jamás entraba