Capítulo 20.
En cuanto la camioneta se detuvo, Mateo abrió la puerta enseguida para alejarse tanto cómo pudiera de ella. Frotó su cuello con la tensión en…otra zona, calcinando sus neuronas.
Harper inhaló profundo y descendió también.
El Jet de aspecto elegante color negro mate, absorbía la luz del sol, dándole un aspecto casi espectral con sólo verlo de un lado. Las líneas aerodinámicas del fuselaje parecían esculpidas por el viento mismo, optimizadas para cortar el aire con la mínima resistencia.
Beagle y los demás se encargaron de llevar las maletas de Harper, quién insistió que debían tener cuidado con todo. Mateo arrugó las cejas al notar su obsesión por tanta delicadeza en todo. Como si fuera un viaje por placer.
—Nuestro jefe nos dijo que lleváramos todo a la zona de carga —se opuso el sujeto al ver que la pelirroja no los dejaba hacerlo. Pues algo podría aplastar sus preciadas pertenencias personales.
—Que su jefe sea un troglodita sin un gramo de conocimiento sobre el cuidado de l