Capítulo 201.
El estallido provocó que Audrey cubriera a su hija con su cuerpo, colocando también una mano sobre la cabeza de Calista. Seis cazadores la acompañaban esa noche y dos habían sido quemados en la explosión.
Los que quedaban de pie reaccionaron al instante, la tanda de proyectiles causó que la oscuridad se convirtiera en una nube de destellos mortales.
—¡Alerta enviada al jefe!— exclamó ojo de águila, aunque eso no serviría si Bora no se encontraba en el país. Sin embargo, el protocolo debía seguirse.
Los cazadores atacaron a todo lo que se movía en la oscuridad, no importaba si se equivocaban de objetivo, nadie debía acercarse a la dama del imperio negro ni a la madre del dueño de este. Mucho menos a la heredera que lloraba antes los inminentes golpes que el auto recibió, cuando tuvo que frenar automáticamente al recibir un impacto en la parte delantera.
Audrey abrazó a su hija por completo, tomando su cabeza y pegandola a su pecho, en tanto Calista las abrazó a ambas.
—Calma, amor