Capítulo 122.
El bullicio del aeropuerto mantenía en constante alerta a la inglesa y la polaca, con pasajeros moviéndose en todas direcciones, cada uno con su destino en mente. Harper y Krysia aún no habían llegado a la zona de embarque, pero estaban cerca, rodeadas de viajeros apresurados, maletas rodantes y anuncios de vuelos resonando por los altavoces. La sensación de caos organizado impregnaba el ambiente.
—Para todo hay un riesgo, Roja— expuso Krysia caminando a la par sin dejar de observar su entorno—, y esto aún no termina de convencerme. Todo podría salirse de control.
—El riesgo existe en todo, pero no puedo tomar otras medidas cuándo las opciones son pocas —Harper sonrió a algunas personas que la reconocieron en el aeropuerto—. Cualquier novedad, avísame.
La polaca asintió, su seriedad apenas ocultando la tensión que sentía. El aeropuerto estaba repleto de rostros desconocidos, pero cualquier mirada prolongada o gesto sospechoso podía significar problemas. Sus vellos se sentían pesados