Es una locura, porque ni siquiera puedo contar cuantas veces Lucifer ha tenido que cambiar de preservativos, porque ha tenido su orgasmo. Pero, incluso ahora necesito mucho más, tanto así que parezco una enferma sexual.
¿Qué rayos me sucede? Nunca lo había disfrutado, si no que, lo sentía como algo repulsivo. Entonces, ¿Qué ha cambiado? ¿Por qué ahora siento que no tengo saciedad cuando mi vagina parece no tener ya líquido para liberar?
— Esto es agotador. — susurro y Lucifer me hace girar y colocarme sobre mis rodillas, para masajear mi espalda y darme besos que me lanzan esas descargas eléctricas que se concentran en un solo punto.
— No puedo más.
— Si puedes, tu cuerpo me dice que incluso, quieres más. Tal parece que por eso somos el destino del otro, ya que, no encontramos fácilmente saciedad. — dice Lucifer besándome aún más.
No entiendo porque continua haciendo eso si ya me tiene. Lucifer ha demostrado que soy alguien fácil de conocer, porque aunque he dicho que es agotador