Todo mi cuerpo se siente extraño, es como si estuviera bien y a la vez mal, porque aunque puedo moverme un poco, el malestar es grande.

— Angela, realmente estas despertando.

— Claro que debe despertar, me tienes aquí sanándola desde hace doce horas.

— Y apenas ahora es que ha podido despertar, sin duda, eres un inútil. — dice Lucifer mientras yo siento que mi cabeza da vueltas.

— Sus heridas son graves, no es algo que debería tomarse a la ligera. — dice el hombre mientras yo me quejo.

Me siento muy mal, por lo que, abro levemente los ojos mientras mi vista duele mucho por la luz del lugar y como Lucifer se ve demasiado quemado, como si hubiese durado dos días en el sol.

‘¿Qué rayos me sucedió?’ me pregunto mentalmente.

— Deberías…

— Lucifer…

— ¿Qué me sucedió? — p