Capítulo 45: Herirnos

No entiendo cómo funciona la droga que me ha colocado Lucifer, porque aunque no me ha dormido, si me ha dejado sin audición o sin poder hablar, es como si todo pesará en mí o fuera demasiado difícil.

Pero, afortunadamente, puedo verlo todo. Como los hombres lobos no se transforman en lobos, si no que, sacan armas y responden de la misma manera, mientras Lucifer me lleva al interior de un auto que en realidad tiene unos sillones que uno de los lobos mueve y ocupa todo el espacio del auto, dejándolo como una camada bastante útil teniendo en cuenta mi condición actual.

Aunque quiero saber que se dicen, un pitido en mi oído comienza a escucharse, pero, de un ruido diferente a ese, no es posible. Ya que, aunque está volviendo mi audición, no lo hace de la forma agradable.

— No se preocupe… todo… bueno…— comienzo a escuchar de una forma un poco desagradable.

Intento hablar, pero, no me es posible, pero, para mi fortuna, si puedo moverme aunque no tan fácil como acostumbro. Es por eso, q
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