Estoy en una llamada, pero, la forma en como gruñe Angelica me dice que no va a dejar espacio a la negociación con mi familia y eso me agrada, porque si ellos consideran que le voy a perdonar una ofensa, sin duda, va a conocer la muerte.
— Angelica…
— ¿Eres consciente que en caso de que alguno de esos bastardos se atreva a acercarse, lo que va a quedar es un suspiro de vida si no es que mueren?
— Recuerda, si quieres que sufran debes dejarlo con vida, para que así su existencia sea el peor castigo. — respondo.
Ella respira profundo y después de eso, escucho como grita, aúlla y algo cae, para posteriormente escuchar el suspiro de Edward.
— Soy yo.
— ¿Qué ha pasado? — pregunta él confundido.
— Angelica fue a disparar para calmar su enojo, pero, dudo que eso suceda por ahora.
— Me lo imaginé, pero, no puedo callar una información tan valiosa. — respondo y es Edward quien suspira profundo.
— ¿Por qué Angela debe sufrir por nuestras familias? ¿Acaso su poder les hace olvidar que no pueden