Él ni siquiera me teme, pero, cuando comienza a sentir el ardor de los cortes y como la piel quema ante la brisa fresca que comienza a acariciar su carne expuesta, la fortaleza con la que ha construido sus creencias, se derrumba por completo.
Los gritos que disfruto escuchar al torturar, no se hacen esperar y yo presiono en las partes donde sé que va a sentir más dolor sin que eso termine desangrándolo, porque eso no es lo que deseo, todavía no.
— Soy bueno con este tipo de herramientas, diría que sería capaz de hacer una cirugía complicada del corazón y todo saldría perfecto. Pero, opté por centrar mi interés y atención en cosas que son más sangrientas.
>> Aunque debo reconocer que ni una sola vez me arrepiento de las decisiones que he tomado para llegar a este momento. Por eso, estoy feliz que los doctores sean lo que son, mientras yo les envío buenas obras de artes hechas por mis manos. — informo sonriente.
Lo reconozco, puedo ver el cambio en su mirada, por eso, siento un mayo