Este bastardo cuyo nombre no me he tomado el trabajo de conocer, porque me interesa poco algo relacionado a él que no sea la información que requiero, pero, ahora con lo que acaba de decir… es diferente.
‘Seguramente me ha mentido.’ Me digo mentalmente.
— ¿Qué has dicho?
— Lo siento, pero, ya no puedo soportarlo más. — dice él llorando con la falta de hombría que lo hace incluso defecarse.
— Dijiste que podrías soportarlo.
— No puedo con tanto, por favor, mátame. Acaba con esta maldita agonía. — suplica él y yo suspiro profundo.
No puedo olvidar de todo en lo que él dice, en especial, porque me resulta imposible que mi abuelo, quien supo lo que pasó con mi bastardo primo y su familia, se atreviera a meterse nuevamente con mi mujer.
Porque aunque lo ha dicho con mucha seguridad y miedo, no lo creo. De verdad, aunque me esté esforzando en verlo posible, no creo que sea tan idiota para realizar este tipo de estupideces.
— Mientes.
— Ya no puedo más. Una cosa es morir y otra es