Capítulo 113
Punto de vista de Dalma
Desperté en una habitación fría y húmeda, con el cuerpo dolorido por los moretones y cortes que me cubrían. Un ligero olor a moho impregnaba el aire, mezclándose con el metálico sabor a sangre de una herida en el labio. Me incorporé, con la cabeza palpitante. Lo último que recordaba era que me arrastraron a una furgoneta; mis gritos se ahogaban con la tela que me tapaban la boca. Instintivamente, me llevé las manos al estómago: mi bebé. ¿Estaría a salvo?
Apenas podía distinguir las figuras que me rodeaban en la oscuridad. Una luz tenue se filtraba por una ventana alta, pero era suficiente para ver que no estaba sola. Otra mujer estaba sentada en un rincón, con las rodillas pegadas al pecho. Tenía la cara manchada de tierra y lágrimas.
"Estás despierta", susurró, con la voz ronca, como si no hubiera hablado en días.
Asentí, intentando contener la sequedad de mi garganta para que me permitiera hablar. ¿Dónde estamos?
No lo sé. Nos... nos trajeron aqu