CAPÍTULO 7

Muy cabreada al ver que el interrogatorio no tiene ningún sentido para ella, la subinspectora irrumpe en la sala sin llamar a la puerta, y dando una orden, dice:

—Agente Roland, quite las esposas a este hombre.

Viendo las intenciones y la cara de cabreo que tiene la subinspectora, Roland se pone en pie y acercándose a ella, responde:

—No, no puede hacer eso, no puede parar un interrogatorio así.

—Sí que puedo. Además es una orden —añade ella subiendo el tono de su voz.

Lo que le hace a Roland, señalar la puerta con la mano, para que salga al pasillo con él, y poder hablar con ella. Dejando a Malique dentro de la sala.

—¿Me puede decir que está haciendo agente? —expresa cabreada la subinspectora, cuando ya están fuera de la sala.

Antes de contestar, Roland se rasca la nunca, y trata de buscar la mejor explicación posible, para convencerla y que solidarice un poco con los chicos.

—Estoy interrogándole, su carácter no concuerda con lo que me contó Emma
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