Marina se quedó perpleja.
Hugo le había planteado la cuestión en el momento perfecto. Sergio había intentado llevársela públicamente, desafiando por completo la autoridad de los García. Hugo no iba a dejar que Sergio se fuera con tanta facilidad, de lo contrario, al día siguiente circularía el rumor de que los García le temían a Sergio.
Hugo le había dado su pleno respaldo y respeto, mostrándoles a todos que la familia García no le temía a Sergio. Sin embargo, si ella elegía no irse con Sergio, esto significaría que las dos partes se estarían enemistando por su causa.
Sergio perdería su prestigio, y como su esposa, ella también perdería el respaldo. Incluso si la situación llegara a oídos de Fabiola, ella no defendería a una mujer que había avergonzado a la familia.
Y la familia García se ganaría un acérrimo enemigo y la alejaría a ella por no entender la situación. Aunque Hugo le estaba haciendo una pregunta, en realidad solo había una respuesta posible: debía irse con Sergio. Así,