Mundo de ficçãoIniciar sessão。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Unas horas antes…
El aire en la habitación del hotel tenía un peso distinto: no era solo humedad o el olor de café viejo, era la sensación de que algo se venía abajo y yo tenía en las manos la llave para abrir la puerta que lo sostenía todo. Extendí las hojas sobre la mesa otra vez, repasando líneas, sumas, transferencias, nombres. Víctor me había dado mucho —más de lo que en un principio quise creer— y al mismo tiempo había dejado migas que olían a hambre propia. Su ambición flotaba en cada nota a mano, en cada pequeña omisión.
Sentí un vértigo cuando comprendí la dimensión de lo que tenía frente a mí: la red de Tomasso, las rutas de envío, las cu







