Mundo ficciónIniciar sesión。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Tres meses más tarde…
El sol ya estaba colándose por las cortinas del ventanal cuando abrí los ojos. Boston amanecía tranquilo, envuelto en esa luz dorada que parecía prometer un día sin sobresaltos. La brisa entraba fresca, moviendo las cortinas como si danzaran, y el aroma del café recién hecho llegaba desde la cocina.
Connor estaba abajo, lo sabía por el suave murmullo de sus pasos y el sonido del molinillo. Desde hacía semanas se había convertido en un experto improvisado en preparar desayunos: avena, pan tostado y frutas cortadas en cubos perfectos. Yo, en cambio, apenas podía con el cansancio. La panza de seis meses que había tenido se había transformado en una de casi nueve. El pequeño Massimo se movía como







