Mundo ficciónIniciar sesión。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
El trayecto de vuelta a casa fue un infierno silencioso. Marian no dejaba de morderse el labio, nerviosa, y yo apretaba contra mi pecho el sobre con los documentos que Víctor me había entregado. Los guardaespaldas nos escoltaban, tensos, y yo no podía dejar de preguntarme si alguno de ellos se atrevería a contarle a Connor lo que acababa de ocurrir.
Me equivocaba si creía que el secreto podía durar demasiado.
Apenas entramos por la puerta principal, lo vi. Connor estaba en la sala, de pie, con el teléfono en la mano y el ceño fruncido. No necesitó palabras: la furia contenida en su mirada me atravesó como un cuchillo.
—¿Dónde estaban? —preguntó, con una calma que era m&aac







