Mundo de ficçãoIniciar sessão。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
La mañana comenzó con un nudo en el estómago. No era por el embarazo, ni por las pesadillas que me habían atormentado la noche anterior. Era porque cuando abrí mi correo, encontré un mensaje que no esperaba.
El remitente era anónimo, pero el contenido me heló la sangre:
“Victoria, sé lo que Lorenzo y mi padre te dijeron. Sé que te sembraron veneno en el corazón. Ellos mienten. Te ofrezco pruebas. Te espero mañana al mediodía en el café Riverstone, cerca del parque central. No vengas sola. Confío en que Marian esté contigo. —V”
Me quedé mirándolo durante minutos enteros, como si las letras fueran a borrarse. Pero no lo hicieron.







