Mundo ficciónIniciar sesión。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Las pesadillas se habían convertido en un ciclo imposible de romper. Cada noche me encontraba atrapada en los mismos escenarios: gritos, humo, disparos. Y siempre, siempre, el mismo final: Connor y Venus desaparecían de mis brazos y yo me quedaba sola, inmóvil, incapaz de alcanzarlos.
Me despertaba empapada en sudor, con la garganta seca de tanto gritar en sueños. Y ahí estaba él, como un guardián silencioso, sentado en el borde de la cama, con el ceño fruncido y los ojos rojos de cansancio. Connor no dormía. Había asumido como misión personal sostenerme cuando mis propios recuerdos me derrumbaban.
Pero incluso con él cerca, el miedo me ahogaba. El miedo era mi verdadera celda. Una celda invisible que me seguía a todos lados: en







