Por Evelyn
Ese señor le prestó demasiada atención a Candela, aunque fue mal educada con ellos, se dio cuenta que era por un motivo especial.
-Sergio…
Le dijo de manera amenazante.
-Yo…no te preocupes, nada es perfecto, pero las cosas están acomodadas y en su lugar.
-¿Es tu hija?
Le preguntó la chica rubia que era igual a Candela.
Eso lo escuchamos todos.
-Sergio, no te saludé, es que te vi de lejos.
Le dice Edgardo acercándose y lo saludó como si fueran grandes amigos, Juampi también lo hizo y mi hermano se acercó, cual mafioso, mirándolo sin decir una sola palabra.
Vi la palidez en el rostro de Sergio y lo nerviosa que estaba Jimena.
-Hola, muchachos.
Dijo con una aparente sonrisa.
Edgardo solo se acercó para amedrentarlo, no queremos más problemas.
-No me contestaste.
Insistió la chica, que al parecer era su hermana.
-No quiero ser entrometido, si te referís a Candela, es mi hija y ustedes no tienen porqué acercarse a una menor de edad.
Edgardo estaba serio y no pensaba perder tie