Capítulo 40. La amenaza de Henry
Capítulo 40. La amenaza de Henry
Pov Clara:
Si pensaba que la paranoia de las últimas noches era suficiente castigo, me equivoqué. Porque Henry decidió que mandarme mensajitos de sangre como un adolescente emo no era bastante. No, él tenía que subir la apuesta. Y cuando digo “subir”, me refiero a amenazar con quemar todo el puto castillo. Conmigo dentro, obviamente, porque ¿qué sentido tiene ser la “clave” si no puedes morir en tu propia hoguera medieval?
La cosa empezó tranquila. Bueno, “tranquila” en versión castillo sitiado: guardias revisando pasillos, Luz pegada a mí como si fuera mi sombra con esteroides, y Hugo gruñendo cada dos pasos porque alguien respiraba demasiado fuerte. Yo estaba en el comedor, intentando comer una sopa que sabía a agua con depresión, cuando entró uno de los guardias con cara de “traigo malas noticias”.
—Hay un mensaje en la puerta principal —anunció.
Yo dejé la cuchara en la mesa. Maldita sea, otro mensaje. ¿Es que este tipo no conoce WhatsApp? ¿Telegra