Capítulo 108.
Capítulo 108.
Desperté con la sensación de tener el cuerpo completamente relajado. Por un momento no supe dónde estaba. Tardé unos segundos en recordar lo que había pasado la noche anterior.
Lo miré y vi cómo Calen estaba dormido a mi lado, su pecho subía y bajaba con suavidad. Tenía un brazo estirado, tocándome la cadera y no lo aparté. Me gustaba tenerlo así, cerca de mí.
Después de todo lo que habíamos pasado, después de tantas discusiones, de tantas heridas, estar ahí con él me parecía un pequeño milagro. Y no quería pensar más allá. No quería preocuparme por el pasado ni por lo que pudiera pasar mañana. Por una vez, solo quería disfrutar de lo que tenía delante.
Calen, Hugo, Elías, Grettel y Erika.
Tenía una familia. Tenía amigas que darían la vida por mí. Y por fin, después de tanto tiempo, me sentía amada. No como una sombra, no como un secreto, no como una simple amante.
Me sentía vista y valorada. No sabía cuánto iba a durar esta felicidad, pero me negaba a arruinarla c