Capitulo 34.
Capítulo 34.
La promesa que le hice a Calen la estoy cumpliendo al pie de la letra. No he vuelto a buscarlo, ni tan siquiera lo he mirado. No he hecho ningún intento por acercarme a él, y menos por hablarle.
Tan solo me he limitado a pasar mis días con Grettel y Erika, aunque Erika solo puede vernos cuando tiene un respiro en medio de su apretada agenda. Aun así, sus visitas son reconfortantes. Me gusta tenerlas cerca; me hace sentir que no estoy sola en este mundo.
Con Grettel puedo compartirlo todo. Nos conocemos desde niñas y hemos compartido tantas cosas juntas que, si hiciera una lista, sería interminable. Además, siempre nos hemos apoyado en todo. No sé muy bien lo que es tener una hermana, pero creo que se asemeja a nuestra relación.
Una tarde, mientras bordábamos en silencio en su habitación, y si nos gusta bordar aunque suene anticuado, siempre nos ha relajado mucho hacerlo y más si lo hacíamos juntas. En ese momento dejé el bastidor sobre mis piernas y le confesé algo q