Capítulo 88.
Capítulo 88.
Paul decidió que debía asistir a la celebración de la manada, y como todo en esta nueva vida, no me preguntó.
Tan solo me informó. Había preparado un vestido para mí, uno que me hizo sentir más expuesta que arreglada. No era vulgar, pero sí evidente. Quería mostrarme, como si no bastara ya con tenerme encerrada, ahora también necesitaba exhibirme.
Dos guardias me escoltaron hasta la zona central del jardín. Todo estaba decorado con antorchas, ramas trenzadas y telas de colores. Había mesas largas con comida, música en vivo y bebida en abundancia. Todos parecían alegres, como si nada malo pudiera ocurrir esa noche.
Paul me recibió como si fuésemos pareja. Me ofreció su brazo con esa sonrisa falsa que tan bien se le daba.
—Compórtate —me susurró al oído, sin dejar de sonreír—. Esta noche estamos aquí para celebrar.
Asentí sin mirarlo. Me limité a seguirle el juego. Mi venganza estaba cerca, pero aún no lograba alcanzarla. Desde que había intentado asesinarlo —claro, s