Mundo ficciónIniciar sesiónCapítulo 18
La noche del martes se convirtió en una espiral de cartón y silencio. Mis padres mantuvieron la distancia, una pared fría y palpable que me dolía más que los gritos. Entendí que la puerta no se cerraba por mi embarazo, sino por mi decisión de no seguir el guion que habían escrito para mí. No me despedí de mi madre; solo escuché el goteo de la llave del lavaplatos que ella no cerraba, un sonido nervioso que resonaba en el vacío de la cocina. Empaqué mi vida en cuatro cajas de cartón de oficina: una para libros de texto, otra para ropa, una tercera con mis archivos de Morgan y la última, la más delicada, con el portafolio de mi tesis y la primera ecografía doblada.
El miércoles amaneció sin ninguna novedad, salvo la pesadez que sentía en el cuerpo. Fui a Morgan con la chaqueta que usaba para las reuniones important







