Mundo de ficçãoIniciar sessãoCapítulo 13
El jueves amaneció distinto, aunque la ciudad hiciera lo mismo de siempre: buses pitando, motos en zigzag y la panadería sacando bandejas recién horneadas. Yo no desayuné. Tenía el estómago apretado como si me hubiera tragado un nudo.Sofía me recogió en la esquina a las 7:20. Bajó el vidrio, me hizo un gesto con la mano y preguntó:—¿Lista?—Eso intento —respondí, abrochándome el cinturón con manos frías.Ella encendió la radio bajito, una canción vieja de Shakira que se sabía de memoria, y empezó a cantar solo las partes del coro. Agradecí que no me presionara a hablar. El silencio, a veces, también es compañía.El tráfico estaba denso, pero llegamos a la clínica con tiempo. Al bajarnos, Sofía me agarró del brazo.—Vale, pase lo que pase, yo no me muevo de aquí. ¿Sí lo tienes claro?Asentí. Sentí que si abría la boca, la voz iba a temblar.En la recepción, mi mamá ya nos esperaba con una carpeta azul bajo el brazo. No me ab






