Capítulo 165.
Logan.
Si hay una lugar que le luce a la mujer que camina al frente, es Oía
La isla parece doblarse ante ella.
El vestido se pega al cuerpo cuando el viento la alcanza, la tela está rozándole los muslos, y el brillo del sol se derrama en su piel como si la isla entera sintiera que debe tocar algo de ella. Seres que provocan algo así no se crean todos los días, y saber que carga dos anillos que la unen a mí, quiebra mi cerebro.
El blanco que ella porta reina en todas las direcciones. Paredes, tejados, escaleras, templos, inspirando lo que para otros es paz. En cambio, a mí solo me apetece crear el caos que también la haría resaltar.
Algo me rasga el tórax cada vez que la veo. Ruge y hace el intento de salir. No sé qué sea, pero es claro que no me agrada, y al mismo tiempo, es tan tentador que no puedo evitar preguntarme si lo causa ella… o lo causo yo, ahora que tengo la certeza de que es mía.
Su silueta se desliza como si el sitio llevara su nombre tatuado en cada rincón, y el aire,