Capítulo 143.
Logan.
¿He llegado a optar por el sexo suave? Alguna vez. Sin duda, y fue por la princesa Springsteen cuando entendí que su estrecha entrepierna no iba a resistirme siendo su primera vez.
Tuve razón. El desgarro me tuvo sucumbiendo a sus búsquedas de mimos durante casi diez días, por una follada de media hora, en la que sus muecas de criatura lastimada se me tatuaron en la puta mente.
Lo peor del caso, es que nunca me había obsesionado tanto por volver a coger con alguien.
Aún más ahora que tengo a una mujer con rasgos mínimamente más maduros, pero con las mismas ansias para que no haga más que ofrecerme la pequeña hendidura para que mi lengua busque saciedad en la laguna que me da de beber lo delicioso que suelta con cada lametón.
La polla me quiere estallar, pesa y duele en tanto rodeo la joya que me ha empalmado durante semanas solo por recordar como se enrojece cuando lo presiono con la punta de la lengua.
—Dame más, Evy—, mi voz rasposa sale casi furiosa al sentir que no es