Evelyn.

Sube a Aihnoa al asiento trasero, asegurándola con el cinturón de seguridad, en lo que me trago media botella de agua.

Los tres kilómetros de regreso se reducen a nuestra hija preguntando por todo lo que ve o informando al Comisionado de que hace muchos meses conoció a su primera paciente.

«Pensé que lo había olvidado». Aunque una vez más me demuestra que no es capaz de descartar nada de lo que entra en su cabeza. Justo por eso, es que no pude negarle a nadie de las personas que se han integrado a su círculo recientemente.

Adora a sus tíos Lukyan y Gareth, porque los vio, por temporadas, desde siempre. A Ervyn lo admira y aprendió a amarlo desde que lo conoció, tanto como a los reyes. Tal vez yo sea un desastre que no entiende como reorganizarse, pero me gusta verla rodeada de personas, que como lo hago, la adoran.

Pido a los sirvientes que la ayuden a bañarse, haciendo lo mismo para quitarme el barro que tengo pegado hasta en el cabello. Decido no unirme a la mesa por primer