Capítulo 128.
Evelyn.
El aplauso aún vibra cuando las campanas comienzan a sonar, una tras otra, hasta que parece que todo Londres tiembla bajo el nuevo rey que mantiene su mirada en alto, mientras camina por el alfombrado escarlata, haciendo que cada uno haga su reverencia.
No hay un solo rincón del palacio que no resplandezca este día. Lo siento así, o tal vez sea solo el peso que suelto al verlo como siempre debió ser.
Los guardias forman una línea perfecta, con sus uniformes relucientes, espadas erguidas mientras ni siquiera parpadean.
Indico a mi hija que es hora de marcharnos y enseguida retoma su papel, señalando con una sonrisa que ya vio a su padre. Me sigue sin mediar, solo tomando el título que le pertenece y actuando como una de ellas con gran emoción.
Volvemos a la carroza, siendo consciente de que me observan de distintos puntos. Aún así, disfruto que el Rey Ervyn aparezca ante el mundo como quien es ahora. En las ventanas lanzan destellos dorados, y desde la avenida se escucha el e