Capitulo. 8 Las miradas del jefe
Mi suerte no puede ser peor, en casa de Hugo, no tengo nada que alcance a cubrir semejante marca, estoy que mato a Hugo, ¿cómo se atreve?, nunca había hecho algo así, no solo moriré de vergüenza en el trabajo, sino con mi mamá, bueno ya sé que ella sabe que cuando me quedo con él no es precisamente a ver películas, pero tampoco es para llegar con algo así, qué vergüenza.
—En serio que ahora, si te pasaste, ¿cómo se te ocurre hacerme esto? Ni que fuéramos adolescentes —le digo mientras le muestro mi cuello con su gracia.
—Tranquila amor, no se ve mucho, ponte maquillaje y ya, y perdón, no me di cuenta, solo me dejé llevar por tus encantos —Lo dice en tonito burlón y con una gran sonrisa en los labios, que estoy que sé los muelo de un puñetazo.
—Esto no se tapa con maquillaje, ¡por dios parece que me ataco un animal! que sea la última vez que me haces esto, parce como si me hubieras marcado, ¿con qué cara voy a ver a la gente?, mejor busca si tienes alguna camiseta de cuello alto que me