Asentí con una enorme sonrisa y cerré mis ojos, debía estar bien, por Maxi, si me mostraba débil podría hacerle daño, si llegaba a perder el control de mí misma, sería incapaz de hacer algo. Debía… ser más prudente, lo haría por Maxi, ahora… no era solo yo, ahora contaba con otra persona a la que debía proteger.
La mañana había llegado, Esteban y yo salimos antes que todos salieran a sus labores, solo debíamos escabullirnos para que los guardias no nos vieran y decidieran seguirnos, aún era muy temprano, por lo que Maxi estaría durmiendo, Esteban y yo caminábamos para ganar tiempo.
—Al parecer pronto tenemos que salir a la guerra— dijo de repente.
—Entre más rápido comience, más rápido terminará y… podremos volver a la normalidad— Sonreí para tranquiliz