Emma, además de ser la hija de uno de los más importantes generales del ejército de Lostland, es una de las líderes de la resistencia que busca derrocar al monarca. En sus anhelos de hacer del reino de Lostland un sitio justo y bueno para vivir, su vida da un giro drástico, en el que se convierte la «elegida» del príncipe, para convertirse en su futura esposa. Ella se adentra en el peor lugar del reino: el palacio, un lugar sangriento en el que se viven las peores traiciones. ¿Podrá Emma rescatar al reino de Lostland de su más grande caída? ¿Podrá derrotar ese «mundo de Hombres»? —Siento que somos menospreciadas por el simple hecho de ser mujeres—
Leer más• Ella •
—¿Dónde están?— miré a todos lados del Jardín, buscaba a mis pequeños conejitos, eran tan tiernos.
Corrí de arbusto en arbusto buscándolos, siempre encuentran la manera de perderse de mi vista, era como si quisieran tenerme todo el día detrás de ellos.—Emma— gritó mi madre a la entrada de la casa.
—¡Ya Voy!— Respondí, no quería llegar tarde a la cena, era la última antes de que mi hermano mayor se uniera a los guerreros, después de eso, no lo vería por un largo tiempo.
Terminé de agarrar a los conejos y volví a casa, mi hermano estaba en medio de todos, toda la atención estaba enfocada en él, me sentía algo melancólica, pronto se iría, se iría mi cómplice, aquel que siempre me dio su apoyo.
—¿Qué haces tan lejos? ¡Ven y abraza a tu hermano!— Dijo él extendiendo su mano en mi dirección.
Lo abracé y sentí como mis lágrimas comenzaban a caer, esto se sentía irreal, sé que era la responsabilidad de todo hombre y un honor para la familia, pero… no podía evitar tener miedo por él ¿y si algo le pasaba?
Mi padre también fue un gran guerrero, nunca perdió una batalla, llegaba con grandes botines y todo el pueblo lo amaba, eso lo llevaba a estar más tiempo lejos de casa, nuestra familia era reconocida en todo el pueblo, pero tanta atención no me gustaba. Sentía que hacíamos las cosas para no quedar mal delante de los demás, no podíamos ser nosotros mismos, era como si llevásemos una máscara delante de todos los que nos rodeaban. No sabíamos quién podría traicionar o entregar a mi padre y también, a mi hermano, en las manos de los enemigos.—Deja de llorar Magdalena— Dijo mi hermano dándome pequeños golpecitos en la espalda.
Me alejé de él y le di una triste sonrisa, sin duda, había aprendido de él un montón, sabía que sería un valiente guerrero.La cena terminó y yo ya había ido a mi habitación, estaba viendo las estrellas, cuando estaba chiquita mi madre me decía: «Por cada estrella que ves en el cielo, hay un sueño que se cumplió» sabía que no era cierto en lo absoluto, pero me enseñó que si luchamos por lo que queremos, nuestros sueños se harán realidad.
¿Qué se siente tener un sueño? Hasta entonces no había tenido ninguno, todos mis amigos se habían ido detrás de uno, pero yo no había tenido el deseo tan grande de lograr algo, quizá… Tener un sueño no era tan necesario.Al día siguiente, todos despedimos a mi hermano, convertirse en guerrero siempre fue su deseo y sabía que lo había cumplido, estaba muy feliz por él, me di la vuelta y llegué hasta el jardín de la casa, estaba decorado con numerosas flores, era común ver aves de múltiples colores recorriéndolo.
—¿Te encuentras bien? — Preguntó mi madre deteniéndose a mi lado.
—Sí, sí lo estoy— desvié un poco la mirada.
—Tus ojos no me dicen eso, querida— Ash, ¿las mamás por qué son así?
—Yo… Me siento feliz de que mi hermano esté logrando su sueño, pero… ¿Es normal que yo no tenga uno?— La miré a los ojos.
Esa misma tarde le dimos las buenas noticias al pueblo, hicimos la debida representación de nuestros representantes, sus nuevos gobernadores. Esperaba que de ahora en adelante todo fuera calma para ellos y para nosotros y más que nada, la seguridad de que Isabel será una gran ayuda para mi hermano.—Vamos a casa— susurró Esteban dándome un enorme abrazo.—Volvamos con nuestro hijo— sonreí emocionada.¡Había extrañado tanto a Maxi! Y lo que más ansiaba era el momento en el que lo volvería a ver, sin duda alguna el momento había llegado y no había nada que se interpusiera en mi camino, él era un regalo inigualable que la vida me había concedido.En todo el camino de regreso a casa recibí los cariños de mi esposo, me contaba acerca de lo que había sucedido en el tiempo de mi ausencia en el campamento, de la mism
Después de un par de copas la sobriedad lo abandonó por completo, estaba bastante risueño y la diferencia que había con su «versión sobria» estaba a un abismo de distancia.—¿Le he dicho lo bella que se ve con ese vestido?— se acercó a mí.Sus movimientos eran bastante torpes, denotaban con facilidad que el efecto de aquella bebida y su combinación con aquella medicina estaba comenzando a manifestarse.—Su majestad… es la quinta vez, pero no me canso de escucharlo— sonreí.—No es correcto que una dama esté a solas en la habitación de algún hombre… sin importar si es o no su prometido… Sin embargo, usted tiene claridad en eso ¿No es así princesa?— acarició mi cabello,Si Esteban lo observara de esta manera le habría bajado una mano.—Conozco perfectament
—¡Esa es la razón por la que la reina habla tan bien de ti! El ejemplo de una verdadera princesa— exclamó con orgullo.—Podríamos sacarles información— añadió el príncipe.—Conozco una buena manera para hacerlo… pero, no puedo decirles aún, no pueden saberla… el matrimonio aún no se ha efectuado así que por la tradición de mis padres tengo prohibido dar detalles sobre ella— sentencié.—Eso tiene sentido— Aclaró la reina —Ve con ellos y nos declaras qué lograste sacarles— asentí con una reverencia y junto a los guardias llevamos a Esteban con mi hermano.—Ya pueden irse— ordené.Ellos hicieron como les ordené y ya en un ambiente más intimo pude hablar con mi familia.—Veo que hiciste un gran trabajo hermana— me despe
La reina pareció quedar complacida con mis palabras. Su gesto de sorpresa fue lo que me aseguró mi paso directo con el rey, dos días después ya estaba en un paseo con el príncipe, su apariencia era callada, pero por lo que me dijo Lilian sería fácilmente manipulado por la reina.—El clima es bastante agradable ¿No es así?— musité mientras intentaba ir a la par de su caminar.Él asintió en silencio y disminuyó el paso, era bastante extraño ve a alguien que casi no habla.Luego de resignarme a hacer que hablara, comencé a observar a nuestro alrededor. Había una gran diferencia entre la clase «Alta» y la clase «humilde». Contemplar en ellos el deseo de sobrevivir mientras en el palacio estaba lleno de oro y riquezas, realmente me sentía impotente en este lugar.—¿Se encuentra bien?— preg
—Creo que ese es un plan muy arriesgado, recién tengo nueva consejera y ella ya quiere correr a la muerte— comentó el rey.—Pero si no hacemos nada, ni el rey, ni su hijo, nuera y reino existirá más, es un sacrificio que es necesario hacer, además no puedo quedarme cruzada de brazos mientras mi hermano está en una mazmorra— argumenté.—Emma… ¿Estás segura de esto?— preguntó Esteban tomando mi mano.—Sí, estoy más que segura que es la elección correcta para el reino. Sugiero que el rey se quede y vayan Esteban y los generales del ejército a la guerra, claro está que debemos exceptuar al que comandará al que quedará aquí en este lugar.—Eres muy testaruda, así que mejor te hacemos caso, no se me ocurre nada más— dijo el General.—¿Có
Él asintió repetidas veces, había tragado muy grueso.—Lo siento— rio por lo bajo, aunque también estaba temblando.Gracias a Esteban, pude hablar un poco más acerca de las cosas que me preocupaban, daré todo de mí para garantizar el bienestar de nuestro hijo.—¿Crees que es hora de volver a casa?— pregunté regresando a mi posición original.—No, aún hay algo que quiero hacer contigo— respondió Esteban mientras se colocaba de pie y extendía su mano.Volvimos al caballo, después de un momento llegamos a un lugar que no había llegado a ver, bueno, ya son dos.—Emma, cierra los ojos— susurró.Asentí e hice como me pidió, él me guio con cuidado por un tiempo, no sé realmente cuánto fue, porque me pareció un siglo.—&iques
Último capítulo