—¿Quién vino por él? Yo no envié a nadie— pregunté con mi corazón encogido.
—Eran unos eunucos del palacio, pensé que ustedes los habían enviado, ¿Por qué querrían a Maximiliano?— expresó mi padre bastante preocupado.
—Esos hombres están muertos— sentencié apretando mi puño mientras me dirigía a la salida.
—Emma, iré contigo— formuló Esteban acercándose a mí.
—No, ve tú por el rey y algunos soldados, los seguiré— ordené tomando una soga que se encontraba en el lugar.
Salí sin esperar respuesta por parte de Esteban, necesitaba encontrar a Maxi, ¡Debía hacerlo! Por suerte sabía que estaban saliendo de la ciudad ¿Qué querían hacer con Maxi? ¿Para qué hacían esto? Ten